jueves, 2 de junio de 2011

¿Verdad o castigo? o ¿Castigo o castigo?

¿Cómo lo hago para quitarme esto de mi cabeza?

Me abruma levantarme pensando en ella y en esa tierna risa, es que me fascina. Siento que podría hacer lo que sea por tenerla a mi lado, pero no me responde el cuerpo, soy un cobarde. Es tan fácil para mí escribir estas líneas, tan sencillo pensar cada minuto en sus ojos, pero se me hace tan difícil decirle algo, hasta me cuesta hablar de ello con la gente que más me quiere. No existen más de dos o tres personas que saben lo que siento realmente, y si alguno de ustedes que lee esto lo sabe, significa que los quiero más que a nada en este mundo, claro está, con esta pequeña excepción.

Olas que vienen, olas que se van, momentos de coraje impulsados en solitario, momentos de cobardía que vienen en el último minuto. Si tan solo, si tan solo lo supiera, si tan solo lo entendiera otra canción se escucharía en esta pieza.

Sé que tengo muchos defectos, sé que crezco más lento, sé que miento y luego me arrepiento, pero no es más que por miedo, por no saber qué decir, porque mi cabeza se bloquea. Todos mienten, y todos saben que más temprano que tarde serán descubiertos, pero este corazón está roto hace demasiado tiempo, y no fue ni lo sigue siendo por aquella “verdad popular” que dentro de mí es mentira. Ustedes, en quienes confío toda mi vida saben la verdad, saben que a pesar de haber cometido muchos errores digo la verdad.

Verdad, que palabra más subjetiva, la verdad no existe y tampoco existe la mentira. Todo depende de quién esté entregando la interpretación. Mi verdad, es su mentira, y mi mentira es su verdad. ¿Cómo hacer para que me crea tan solo esta verdad? ¡Solo esta!, puedo reconocer mis errores, puedo reconocer mi momento de locura, puedo reconocer mis problemas, y  me avergüenzo, pero puedo hacerlo. Ya no estoy cegado y tanto mi cuerpo como mis pensamientos han madurado, aunque siempre se puede más, pero…  ya he pasado por mucho y se te ha olvidado a quién conocías mucho antes, años atrás, al comienzo de todo. Mi nombre es José Tomás Pervan, y te pienso. Me dicen Tommy, y te extraño.

Envueltos en ese abrazo, mirando nuestros rostros viajar junto a las estrellas… en aquél tragaluz.

2 comentarios:

  1. Hermosas y profundas palabras, felicidades he leido todos tus escritos...
    un abrazo a tí, escritor y a todos tus lectores...

    ResponderEliminar
  2. Me encanta esa sensibilidad Tommy... muy seco. Un abrazo!!

    ResponderEliminar